DAR VALOR Y SER HUMANOS ES LA CLAVE

ANTONIA NIETO JIMÉNEZ
20/12/2021

Las pequeñas empresas siempre nos hemos sentido como David frente a Goliat en un mercado en el que las grandes empresas acaparaban la atención del público con inversiones millonarias en publicidad. De unos años a esta parte y gracias al acceso generalizado a internet en nuestro país, a esta competencia existente se han unido las plataformas globales de comercio electrónico quienes, con su inteligencia artificial y sus algoritmos, han fagocitado gran parte de la demanda de consumo de productos y servicios.

En este escenario tan oscuro, ¿Qué espacio queda para las pequeñas empresas?

Las pymes y micropymes somos personas tratando con personas. Es ahí donde reside nuestra ventaja competitiva frente a las corporaciones y nuestras oportunidades de negocio.

El cliente encuentra en los pequeñas empresas un trato cercano y personal. Ya no es uno más de la masa. Él sabe que cuando nos llama por teléfono o nos manda un mensaje, no le responde un robot sino una persona que está a su servicio. En ese momento, se siente escuchado.

Por más que vivamos en un mundo altamente digitalizado, a los humanos nos sigue gustando que nos quieran, que nos hagan sentir importantes y únicos. Dar un servicio al cliente excelente es la mayor muestra de afecto que podemos brindar a nuestra clientela. Esa es nuestra verdadera fortaleza frente a la competencia, lo qué hará que el cliente nos elija para sus compras y demanda de servicios.

Para dar un servicio al cliente de calidad, como el que demanda el mercado y que nos hace diferentes, debemos de ser profesionales, cercanos, accesibles, resolutivos y ágiles. La tecnología y formación continua son nuestros grandes aliados para conseguir este objetivo. Sea cual sea nuestro sector, debemos de estar actualizados para alcanzar la excelencia necesaria para poder seguir siendo competitivos y, por ende, alcanzar la rentabilidad en nuestros negocios, fin último de las empresas.

Como hemos visto, la competitividad de las pequeñas empresas reside en prestar un servicio al cliente exquisito que requiere, si cabe, un esfuerzo extra por nuestra parte. Esto seguro nos merecerá la pena por las oportunidades de negocio a nuestro alcance gracias a este valor diferenciador.

No olvidemos que, frente a los robots y los algoritmos, dar valor y ser humanos es la clave.

 

Antonia Nieto

Grupo Agento AXA Seguros