ASEGURAR TU NEGOCIO, UNA INVERSIÓN ESENCIAL

ANTONIA NIETO JIMÉNEZ

Cuando alguien se lanza a la aventura de emprender, se enfrenta a multitud de desavenencias que pueden influir en la continuidad del negocio. La incertidumbre es la compañera ineludible de una empresaria y manejar ese “No saber qué pasará” es clave en el camino al éxito. 

Por suerte, en el mercado existen soluciones para controlar los riesgos con los que nos enfrentamos y minimizar su impacto en nuestros negocios. La contratación de una póliza de seguro es la mejor arma para evitar que cualquier contratiempo se lleve por delante lo que tanto nos ha costado conseguir. Hay que ver el pago del seguro como una inversión y no como un gasto. Además, si nos planteamos incluir en nuestro presupuesto anual previsto el pago de las primas de seguro, vemos que no cuesta tanto cubrirnos las espaldas. 

En este artículo, os voy a hablar de los seguros esenciales para cualquier empresa o persona autónoma, sea del sector que sea: 

1.- Seguro de responsabilidad civil general: En el curso de nuestra actividad empresarial, se nos puede considerar responsables de daños provocados a terceras personas, desde una intoxicación en un bar hasta la rotura accidental de una tubería al hacer una instalación. Teniendo una póliza contratada, ante una reclamación recibida, la empresa tan solo tendrá que  comunicarlo a su compañía de seguros para que active el protocolo de actuación y se haga cargo del pago de la indemnización. 

2.- Seguro de convenio de accidentes y vida: En muchos convenios colectivos, como el del sector del Metal o del sector hostelería, se obliga a las empresas a contratar un seguro que cubra unos capitales y contingencias determinadas en caso de fallecimiento y/o invalidez. 

El no cumplir con esta obligación puede suponer, además de la multa, un gran quebranto en las cuentas de la empresa porque tendría que hacerse cargo del pago de la prestación, siendo unos 15000 euros de media. 

3.- Seguro multirriesgo para la empresa, oficina o comercio: Además de los daños a terceros, la empresa se enfrenta a posibles daños en sus propias instalaciones o en su mercancía: incendio, robo, inundación, etc. Estas pólizas minimizan los impactos económicos de estos hechos tantos en las cuentas como en la actividad de la empresa.

4.- Seguro de Incapacidad laboral temporal: Ante una enfermedad o accidente, nos quedamos sin recibir ingresos. Para paliar esas posibles y más que probables pérdidas, se puede contratar una póliza de “ILT” que indemniza un importe diario que variará en función de lo que deseemos contratar. 

En resumen, el seguro protege el patrimonio de la empresa y de la empresaria. La contratación de una póliza de seguro permite controlar los gastos anuales ya que solo tendríamos que atender el pago de la prima de seguro y de los pagos inesperados que surjan por un siniestro o reclamación se encargaría la compañía de seguros. 

 

Antonia Nieto Jiménez

Grupo Agento AXA Seguros